Uno de los elementos en el campo de la documentoscopia y la impresión que más ha evolucionado a lo largo de los años es la tinta. De unos comienzos en origen modestos incluso si nos referimos a la industria gráfica, hablando del siglo XIX . Unos inicios sin novedades a inicios del XX. A partir del descubrimiento de los primeros pigmentos creados en laboratorio, los avances han sido continuos. Los viejos romanos ya usaban el término pigmentum para referirse al componente clave de la tinta. Sin embargo, jamás habrían soñado con la gran gama cromática de la que se dispone hoy en día y la gran variedad de usos que tiene la tinta.
Los egipcios de la Antigüedad ya trabajaban con pigmentos sintéticos, el denominado azul egipcio. Lamentablemente, la fórmula se perdió durante siglos. Debido al coste de los pigmentos azules, basados en minerales muy costosos, toda la investigación en la Era Moderna se dirigió hacia ese color. Los frutos llegaron de forma parcial en el siglo XVIII con el azul de Prusia. Cada descubrimiento en el campo de los tintes originaba nuevas modas, tejidos o costumbres sociales en relación a la parte más psicológica del color. No hubo entretanto un impulso a la normalización de tintes y colores, más allá del sistema Munsell de 1905 que intentó arrojar algo de luz sobre el uso de los colores en el campo industrial y artístico y que sirvió de base combinado con el RGB de Maxwell al modo CIELAB.
A partir de 1945, por ir entrando en materia, la industria química, centrada ya en una producción civil tras sus usos militares, inició una carrera de desarrollo de nuevos pigmentos y componentes para su uso en tintas de cualquier ámbito. En el campo forense, ya en la actualidad, viendo como se complicaba la tarea de los peritos, se editó y publicó a través de la ASTM la E 1422-91, Standar Guide for Forensic Writing Ink Comparison. Como es evidente, esta normativa se ha ido desarrollando en paralelo al avance de los métodos de impresión y las técnicas de los falsificadores. Parejo a esto, los perfiles periciales se han ido especializando: equipos multidisciplinarios.
Las tintas en el mundo forense
Como es lógico, no voy a desarrollar en un pequeño artículo toda la batería de acciones que se deben realizar cuando nos adentramos en el análisis forense de un documento. Hay aspectos sobre la tinta que se pueden discernir a simple vista: método de aplicación, tramados, etc. Otros con instrumentos de pocos aumentos y en ocasiones, con instrumental avanzado no al alcance de todos como podría ser la medición con espectrofotómetro, el análisis Raman o la cromatografía de gases. El equipamiento de este tipo de laboratorios, exceptuando el espectrofotómetro, tiene un coste de docenas de miles de euros y solo está alcance de universidades o empresas privadas que manejen presupuestos altos. En general, por añadir algo, los últimos años la tendencia ha sido la búsqueda de un análisis no destructivo sobre los documentos dubitados.
Colorantes, pigmentos…
Por acotar aunque de manera mínima lostipos de tintas. Tenemos los colorantes, solubles en solventes orgánicos. El catálogo de colorantes se encuentra clasificado en el Colour Index de la Society of Dyers and Colourists (SDC) publicado en 1924. En general, se dividen en familias, como por ejemplo los tintes AZO, o azoicos, que a su vez se dividen en tintes monoazo o tintes diazo. Acid Orange 10 o el Solvent Yellow 162 son tintes monoazo. Los pigmentos, en cambio, no son solubles. Son un polvo fino que se comercializan en una suspensión. Se pueden obtener de la precipitación en sales de los tintes o otro origen. El Pigmento Green 15 por ejemplo es un compuesto químico. Su fórmula es CrO4Pb. En cambio, el pigmento Limonite, color index PY43, es natural. Un óxido de hierro hidratado obtenido en laboratorio mediante hidrólisis en una solución de bicarbonato sódico.
Después tenemos otros componentes como las resinas, que pueden ser naturales o compuestos poliméricos sintéticos. En el análisis forense, son importantes por el año de introducción . La polyvinylpyrrolidone, un polímero soluble en agua, se introdujo en el mercado en 1978, mientras que las resinas alkyd, un poliéster orgánico lo hizo en 1999. Hay muchos más componentes, glicoles, aceites minerales o fluidificantes. Con un análisis simple de laboratorio se puede descubrir tipos de molécula sin problema.
Cada técnica o instrumento usa su propia tinta. En ocasiones el inkjet es muy similar en proporciones a la tinta de estilográfica, pero en general cada método de impresión usa su propia tinta.
Finalmente, todo vuelve a ser luz reflejada…
Uno de los métodos más sencillos, no destructivo, para descubrir que mezcla de pigmentos o tintes contiene un color determinado es analizar mediante luces forenses la pieza. El método consiste en filtrar la luz del iluminante y fotografiar solo la banda energética que queremos. Esto funciona debido a un pequeño defecto de nuestra visión y es que «solo» vemos en RGB. Es decir, el resto de la información que falta la cuela nuestro cerebro para tapar los huecos. Así, si vemos un objeto rojo, puede ser porque únicamente refleja la luz roja.
Pero se da la circunstancia de que si un objeto refleja esa luz roja gracias a la acción del tinte o pigmento, pero también refleja una cantidad determinada de luz azul y otra más pequeña de verde por tintes en mixtura, también veremos ese objeto de color rojo. Además, este color, el rojo, no está tomado al azar, ya que nuestro ojo tiene dificultades para distinguir variaciones tonales en esa banda del espectro visible, a diferencia del verde, del cual distinguimos toda la gama de color.
Otra opción es usar un espectrofotómetro y leer la respuesta ante un iluminante normalizado. Dependiendo de la curva, podremos distinguir si existe mezcla o no y qué pasos dar. De cualquier forma, el estudio de los colores, las tintas y su respuesta ante diferentes estímulos químicos o lumínicos es un campo amplio donde difícilmente un perito en exclusiva podrá ofrecer todas las respuestas si se busca un estudio en profundidad.
Iván Rodríguez Cortés
Perito en artes gráficas y documentoscopia.