Una de las cuestiones más frecuentes que recibo es una muy sencilla: ¿necesito una pericial?
O más concretamente, ¿necesito esta pericial para mi caso?
Y la respuesta no es tan sencilla como puede parecer. A veces sí, y a veces no.
Todo depende de quién te realiza esta consulta. Muchas veces son los abogados los que se ponen en contacto con nosotros. Obviamente, son profesionales del derecho y no van tanto por si es procedente o no, sino más bien, qué enfoque imprimir al informe pericial. Sin embargo, muchas otras veces son los propios litigantes los que te plantean ese tipo de dudas.
Yo siempre aconsejo consultar a un abogado primero antes de hacerlo con el perito. Es evidente, que todos tenemos una cultura legal, pero en ocasiones está muy influenciada por la televisión, la literatura y el cine y es obvio que tiene carencias de fondo. Debido a eso, la columna vertebral de cualquier proceso en el que estés implicado es tu abogado o abogada. Ellos te aconsejarán el mejor itinerario para tu caso. Y créeme, los abogados llevan docenas de casos al año y saben lo que se hacen en cuanto a estrategias.
En algunos procesos, pues, llegan los clientes, asesorados por su letrado, buscando una pericial dada. Les entregas el coste estimado y suele salir el tema, ¿pero de verdad es necesario hacer esto? Bueno. Primero hay que entender que una pericial no es costosa. Los honorarios del perito raramente superan unos pocos cientos de euros. Pero, hay que pensar más allá de esta cifra:
¿Qué es un informe pericial?
En ocasiones, estas personas ya están implicadas en un caso procesal porque alguien les ha «metido» una demanda y ha aportado un informe pericial. Y después de leer estos informes, que en ocasiones son inverosímiles, tienes que explicarle que va a a perder el juicio si no presenta su propio informe técnico refutando esas conclusiones. Es muy sencillo. En España gana el que prueba su postura, no el que tenga la razón. Es muy sencillo. Si tienes una demanda con informe pericial incluido, has perdido si no contestas. En esos casos, no necesitas una pericial, sino una contrapericial para desmontar el ataque. De igual manera, si demandas sin aportar pruebas, tu postura se verá endeble y quedará al albur del juez la decisión.
Guillermo Cabanellas de Torres ya lo explica perfectamente en su Diccionario Jurídico Elemental: «Demostración de la verdad, de una afirmación, de la existencia de una cosa o de la realidad de un hecho (…) Persuasión o convencimiento que se origina en otro, y especialmente en el juez o en quien haya de resolver sobre lo dudoso o discutido.»
Normalmente, el juez acepta documentos de carácter simple como prueba: recibos, billetes de transporte, etc. En esos casos, el informe pericial es innecesario. Pero si un documento se convierte en la «piedra de bóveda» del caso, necesitará una verificación.
¿Qué validez tiene un informe pericial?
Hace unos años tuve un caso. Una persona me consultó sobre la posibilidad de aportar una pericial respecto a unas libretas de una caja de ahorros y un documento privado de compra-venta. Piezas bastante antiguas, por cierto. De las que rellenaban con máquina de escribir. El caso versaba sobre la venta de una vivienda y una herencia. Los herederos reclamaban la propiedad, pero según esta persona, la casa se la habían vendido y se pagó religiosamente, aportando como pruebas las cartillas de banco, con los pagos. También contaba con un contrato privado, firmado por dos personas. No se encontró por ningún sitio la escritura pública, que jamás se llevó al Registro… Bueno, un desastre.
Por lo menos, disponía de los documentos originales. Se le presentó una provisión de fondos estimativo de 600 € para realizar una verificación de todos los documentos impresos. Sobre las firmas, era más complejo puesto que los firmantes habían fallecido y no había material indubitado de cotejo. Le comenté que era un trabajo sencillo. Revisar el papel, analizar la tipografía de la máquina de escribir del contrato, las cartillas de banco y sus medidas de seguridad, etc. De hecho, me he pasado cerca de catorce años en la impresión de seguridad elaborando cartillas de banco. Bueno, al final le pareció caro y no realizó el informe.
Si tenéis dudas por el resultado del juicio, tuve suerte, era vecino de unos familiares y pude averiguar su final. No, no perdió la vivienda porque aportó más documentos, como recibos del inmueble, pagos, recibos de obras de mantenimiento, etc, pero sí que el proceso judicial le costó más del doble, el caso se alargó más de cinco años y tuvo que pagar un recurso ordinario. Tal vez se podría haber evitado todo eso con una simple pericial en documentoscopia. Nunca lo sabremos.
En muchas ocasiones piensas que es tan evidente tu postura, que tienes tanta razón, que el Juez lo entenderá a la primera y no habrá que dar más vueltas. Pero no es así.
Un informe pericial sobre un documento clave siempre es fundamental para aportar verosimilitud a tu postura. Como siempre explico a mis clientes o futuros clientes.
Si puedes evitar el juicio, hazlo, yo te ayudaré con un pequeño informe privado y si hay suerte entrarán en razón. Pero si al final vas a juicio, ve con «todo». Apabulla en el juicio, presenta tus pruebas, a tus peritos y tal vez, justo antes del juicio, entren en razón y ni siquiera se celebre y lleguéis a un acuerdo satisfactorio o ganes con costas. Pero sobre todo no te quedes a medias.
Iván Rodríguez Cortés
Perito en Artes Gráficas, documentoscopia y grafística.